Cómo conducir con riadas e inundaciones y qué hacer en el coche si hay tormentas eléctricas

En los últimos días, la gran Dana ha sido noticia en su paso por nuestro país, dejando espectaculares imágenes de lluvias torrenciales, tormentas eléctricas y riadas que han provocado el caos en diversos municipios de nuestro país. Se calcula que más de 25.000 rayos cayeron en solo una día. Por eso, hemos decidido explicarte hoy qué debes de hacer si hay tormentas eléctricas o se producen una riada o inundación. ¡Toma nota de estos consejos!  

NO OLVIDES LAS REGLAS BÁSICAS

Ante todo, lo primero que tenemos que hacer si estamos en una tormenta es mantener la calma y aplicar los conocimientos más básicos. Por tanto, reduce la velocidad, multiplica la distancia de seguridad y evita las maniobras bruscas que puedan comprometer la eficacia de nuestros neumáticos y, por tanto, nuestra propia seguridad y la del resto de conductores y pasajeros.

En el caso de que no podamos continuar circulando, lo mejor es apartarnos al arcén de la carretera y hacernos visibles al resto de conductores con nuestras propias luces. Eso sí, si la tormenta es eléctrica, procura no tener cerca vallas metálicas, estaciona lejos de balsas de agua y apaga la radio y otros sistemas eléctricos. En este caso, lo mejor es permanecer dentro del coche, pues el propio vehículo podrá resguardarnos de la caída de un rayo.

QUÉ HACER EN CASO DE RIADA O INUNDACIÓN

Si la tormenta ha provocado una lluvia torrencial y se complica la circulación hasta el punto de comprometer nuestra seguridad, lo primero que debemos tener claro es que tenemos que evitar por todos los medios pasar por un espacio inundado. Ten en cuenta que los sistemas eléctricos y mecánicos del coche pueden quedar dañados y vernos atrapados en un paso de agua que, poco después, puede acabar arrastrándonos corriente abajo.

En el último caso de que nos veamos sorprendidos por esta situación. Lo primero que tenemos que hacer es intentar salir por la ventanilla. Si esta no puede bajarse, intentaremos romperla con un objeto punzante. En el caso de que nos sea imposible, abre la puerta que se encuentre a favor de la corriente, lo que nos permitirá salir con mayor facilidad y evitar que entre agua dentro del coche.

Por último, si hemos conseguido salir, debemos subirnos al techo del vehículo, nunca intentar salir a nado. Ten en cuenta que la corriente puede zarandearnos hacia abajo y golpearnos con los edificios, árboles o cualquier otro elemento contundente. Además, desde el techo será más fácil que nos vean los servicios de emergencia y que pongan en marcha las maniobras de rescate necesarias para sacarnos de allí.